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Cada vez más personas jóvenes acuden a consulta sin saber exactamente qué les ocurre, pero sintiendo que algo no va bien. Viven con ansiedad baja pero constante, falta de motivación, apatía, dificultades para descansar o una sensación de desconexión emocional que no logran explicar. Muchas de ellas siguen funcionando en su día a día: trabajan, estudian, se relacionan… pero lo hacen desde el agotamiento.
Desde la mirada profesional de una psicóloga en Las Palmas, este fenómeno se asocia con lo que se conoce como estrés emocional crónico, un estado interno de sobrecarga sostenida que no se manifiesta necesariamente con crisis visibles, pero que afecta profundamente la calidad de vida. A diferencia del estrés puntual, esta forma más silenciosa se instala poco a poco hasta volverse parte del día a día.
El problema es que, al no reconocerlo como algo anómalo, muchas personas lo normalizan y siguen adelante, creyendo que “es lo que toca” o que “ya se pasará”. Sin embargo, cuando el cuerpo y la mente se mantienen en alerta durante demasiado tiempo, pueden aparecer síntomas físicos, emocionales y cognitivos que limitan la capacidad de disfrutar, de conectar con los demás o incluso de tomar decisiones básicas.
En estos casos, la psicoterapia no solo ofrece alivio a los síntomas, sino que permite profundizar en las causas del malestar, reorganizar los recursos internos y establecer un camino de autocuidado real. Comprender qué está pasando es el primer paso para recuperar el equilibrio. Este artículo explora, desde un enfoque profesional, cómo identificar el impacto de este estrés silencioso y por qué es importante atenderlo a tiempo.
1. ¿Qué es el estrés emocional crónico y por qué es difícil identificarlo?
El estrés emocional crónico no siempre se presenta con crisis visibles. En muchas personas jóvenes, se manifiesta como una sensación constante de agobio, insatisfacción o fatiga que no se alivia con descanso.
La mayoría continúa con sus rutinas, pero desde un lugar desconectado. Se sienten en modo automático, sin energía para disfrutar, tomar decisiones o vincularse plenamente.
Esto ocurre porque el cuerpo y la mente permanecen en un estado de alerta continuo. La respuesta biológica al estrés, diseñada para activarse de forma puntual, se vuelve la norma. El sistema nervioso se adapta a sobrevivir, no a vivir con calma.
Este tipo de malestar se mantiene en silencio por vergüenza o falta de comprensión, y muchas veces se cronifica sin que la persona se dé cuenta. En estos casos, recurrir a psicólogos especializados permite no solo identificar lo que está ocurriendo, sino también abordar su origen.
2. ¿Por qué afecta con tanta intensidad a personas entre los 25 y 40 años?
Este rango de edad suele vivir múltiples exigencias simultáneas. Desde la búsqueda de estabilidad laboral hasta la presión por cumplir con ciertos mandatos sociales o familiares, todo ocurre en un entorno que muchas veces premia la productividad por encima del bienestar emocional.
A esto se suma el uso constante de redes sociales, la comparación con otras vidas y la dificultad para poner límites saludables. Muchas personas jóvenes, incluso con herramientas intelectuales, no encuentran espacios seguros donde puedan procesar sus emociones de forma adecuada.
En consulta, no es raro escuchar frases como “tengo todo lo que debería tener, pero no soy feliz”. Esta desconexión emocional es una de las señales de que el estrés se ha convertido en una carga interna persistente.
Acudir a psicoterapia permite trabajar en estos bloqueos desde un enfoque profesional, seguro y respetuoso con los ritmos individuales.
3. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del estrés emocional crónico?
Aunque cada proceso es único, hay síntomas que aparecen con frecuencia entre personas jóvenes que viven bajo este tipo de presión:
- Sensación de cansancio constante
- Irritabilidad o falta de paciencia
- Dificultad para concentrarse
- Problemas de sueño o insomnio
- Dolores físicos sin causa aparente
- Sensación de vacío o pérdida de sentido
- Aislamiento social o pérdida del interés por actividades placenteras
En muchos casos, estas señales no se interpretan como un problema emocional, por lo que se pospone su atención. La psicoterapia en Las Palmas de Gran Canaria ofrece un acompañamiento profesional para comprender el origen de estos síntomas y trabajar en su resolución.
Para quienes comienzan a notar estos patrones, puede ser útil informarse sobre cómo es el proceso terapéutico y explorar opciones que se adapten a sus necesidades.
4. ¿Cuál es el papel de la psicoterapia ante este tipo de malestar?
Muchos aún se preguntan qué es la psicoterapia y para qué sirve. Se trata de un proceso profesional donde la persona es acompañada a explorar su historia emocional, sus patrones de pensamiento y sus formas de vincularse consigo misma y con el entorno.
Frente al estrés emocional crónico, la psicoterapia actúa como un espacio de contención y análisis. No solo alivia los síntomas, sino que ayuda a identificar la causa profunda del malestar.
Una psicóloga en Las Palmas de Gran Canaria, especializada en enfoques integrativos como el EMDR, puede trabajar con aquellas experiencias que el cuerpo aún no ha procesado completamente y que están contribuyendo al estado actual.
Si estás viviendo una etapa de agotamiento emocional persistente, puedes acceder a orientación profesional y dar el primer paso hacia un cambio sostenido.
5. ¿Qué puedo hacer si me siento identificado con este tipo de estrés?
Reconocer que algo no está bien ya es un avance. No necesitas tener una crisis para pedir ayuda. De hecho, cuanto antes inicies un proceso de acompañamiento, más recursos emocionales podrás desarrollar.
Si sientes que funcionas, pero no disfrutas, si estás en piloto automático o te cuesta descansar de verdad, es posible que tu cuerpo y tu mente estén pidiendo atención.
La recomendación principal es no ignorar estas señales. Buscar apoyo psicológico no es un signo de debilidad, sino de madurez emocional.
Hoy en día, existen espacios donde puedes iniciar un proceso a tu ritmo, sin juicios y con un acompañamiento profesional que respete tus tiempos y objetivos.

