El invierno trae consigo la necesidad de mantener nuestros hogares cálidos, lo que muchas veces se traduce en facturas de gas elevadas. Pero no te preocupes, existen varias formas de ahorrar en calefacción sin comprometer el confort. Con algunos ajustes simples, puedes hacer que tu sistema de calefacción a gas sea mucho más eficiente. A continuación, te damos algunos consejos prácticos y fáciles de aplicar.
1. Revisa el aislamiento de tu hogar.
- Evita las fugas de calor. Una de las principales razones por las que el consumo de gas se dispara en invierno es el mal aislamiento. Si tu casa tiene ventanas o puertas por donde se escapa el calor, el sistema de calefacción tendrá que trabajar más. Asegúrate de sellar cualquier grieta o rendija para evitar que el calor se pierda.
- Usa cortinas gruesas. Las cortinas gruesas actúan como una barrera adicional para mantener el calor dentro de tu hogar, sobre todo por las noches.
Asegura un buen aislamiento en tu hogar
2. Regula el termostato.
- Mantén una temperatura constante. Ajustar el termostato entre 19°C y 21°C es ideal para mantener tu casa confortable sin consumir demasiada energía. Cada grado que bajes puede suponer un ahorro significativo en tu factura de gas.
- Instala un termostato programable. Este dispositivo permite ajustar la temperatura según los horarios del día. Por ejemplo, puedes programarlo para que la calefacción baje cuando no estés en casa o mientras duermes.
3. Aprovecha la luz solar.
- Deja entrar la luz del sol. Durante el día, abre las cortinas y persianas para dejar que la luz del sol entre y caliente naturalmente tu hogar. Es una forma gratuita de aprovechar el calor y reducir el uso de la calefacción.
- Cierra las cortinas al anochecer. Para evitar la pérdida de calor durante la noche, asegúrate de cerrar las cortinas y persianas al caer el sol.
Consulta más formas de mejorar la eficiencia de tu calefacción
4. Realiza un buen mantenimiento de la caldera.
- Revisión anual. Es importante hacer una revisión anual de la caldera para asegurarse de que esté funcionando de manera eficiente. Un equipo que no recibe mantenimiento puede gastar hasta un 20% más de gas. Además, detectar fallos a tiempo puede evitar problemas mayores en el futuro.
- Limpieza de radiadores. Si usas radiadores, asegúrate de purgarlos y limpiarlos regularmente. Esto permite que funcionen a pleno rendimiento sin consumir más energía de la necesaria.
5. Usa ropa adecuada dentro de casa.
- Abrigarse en casa ayuda a ahorrar. Aunque suene sencillo, usar ropa abrigada dentro de casa puede ayudarte a bajar el termostato sin sentir frío. Suéteres, mantas y calcetines cómodos te permitirán mantenerte cálido sin necesidad de subir la calefacción.
- Mantas adicionales. Añadir mantas a la cama durante la noche también puede ser una forma efectiva de mantener el confort sin tener que usar tanta calefacción mientras duermes.
6. Instala válvulas termostáticas en los radiadores.
- Controla cada habitación. Las válvulas termostáticas te permiten ajustar la temperatura en cada radiador por separado. Así, puedes bajar la calefacción en las habitaciones que no usas o mantener diferentes niveles de calor según las necesidades de cada espacio.
- Optimiza el uso de cada radiador. No todos los espacios requieren la misma cantidad de calor. Con estas válvulas, puedes optimizar el uso de la calefacción, ahorrando gas y dinero.
7. Cocina y calienta tu hogar al mismo tiempo.
- Aprovecha el calor de la cocina. Durante el invierno, la cocina puede ser una aliada. Cuando cocinas, el calor generado por el horno o la estufa puede ayudar a calentar el área cercana. Intenta usar más el horno durante esta temporada, y cuando termines, deja la puerta abierta para que el calor se esparza por la casa.
- Cierra puertas. Si quieres concentrar el calor en las áreas que más usas, asegúrate de mantener las puertas cerradas. Esto hará que la calefacción sea más eficiente y no se disperse el calor.
Conclusión: Pequeños cambios que marcan la diferencia.
Ahorrar en calefacción durante el invierno es más sencillo de lo que parece. Con algunos cambios en los hábitos diarios, un buen aislamiento y el mantenimiento adecuado de la caldera, es posible reducir significativamente el consumo de gas sin renunciar al confort. Si buscas maximizar la eficiencia de tu sistema de calefacción, no dudes en aplicar estos consejos.