La maquinaria es esencial en cualquier negocio de hostelería. Permite preparar alimentos y bebidas de forma eficiente, mantenerlos calientes o fríos, y brindar un buen servicio a los clientes.
Sin embargo, elegir los equipos adecuados puede ser una tarea desafiante. Existe una amplia variedad de máquinas en el mercado, con diferentes características y funciones. La clave está en seleccionar aquellas que se adapten a las necesidades específicas de tu establecimiento.
Aquí analizaremos los principales aspectos a considerar para escoger la maquinaria óptima según el tipo y tamaño del local, y te daremos consejos prácticos para acertar en la decisión.
Define el concepto y la propuesta de valor
Lo primero es tener claro el concepto y propuesta de valor de tu negocio. Esto determinará en gran medida los equipos que necesitarás.
No es lo mismo montar una cafetería, un restaurante gourmet o un bar de tapas. Tampoco es igual un local pequeño que uno grande con capacidad para cientos de comensales.
Una hamburguesería, por ejemplo, requerirá de planchas y freidoras, mientras que una panadería necesitará amasadoras, hogazas y hornos.
Es importante definir la carta y los procesos de elaboración antes de comprar cualquier máquina. Esto evitará gastos innecesarios en equipos que no vayas a utilizar.
Analiza el espacio disponible
Otro factor clave es el espacio físico que tengas para instalar los equipos. Esto limitará el tamaño y cantidad de maquinaria.
En cocinas pequeñas, por ejemplo, conviene optar por equipos compactos que ocupen poco y se puedan mover o guardar fácilmente. Las freidoras de sobremesa, planchas pequeñas o microondas son ideales para optimizar el área.
En cambio, en cocinas amplias se pueden colocar líneas completas de cocción, marmitas grandes, hornos convencionales y otros equipos de mayores dimensiones.
Lo importante es sacar el máximo provecho al espacio real de que disponemos. Un diseño eficiente de la cocina y una buena distribución de la maquinaria ayudan a mejorar los flujos de trabajo.
Valora el volumen de producción
Debes calcular aproximadamente la cantidad de comensales que atenderás en los momentos de mayor afluencia. Esto te permitirá escoger equipos con la capacidad productiva adecuada.
Por ejemplo, una freidora de 5 litros es suficiente para un pequeño restaurante. Pero en un local grande se necesitarán freidoras de 10, 15 o más litros, capaces de freír mayor cantidad de producto a la vez, sin que se acumulen los pedidos.
Lo mismo aplica para hornos, planchas, marmitas y otras máquinas. Una producción insuficiente por equipos subdimensionados te llevará a incumplir los tiempos de entrega.
Ten en cuenta posibles ampliaciones futuras al evaluar la capacidad necesaria, para no quedarte rápidamente corto.
Escoge tecnologías adecuadas
Existen diferentes tecnologías en cuanto a fuentes de calor y frío para las máquinas. Las más comunes son:
- Eléctricas: Rápidas, limpias y con variación de temperatura precisa. Requieren instalación adecuada.
- Gas: Potentes, con llamas para asar. Necesitan campana, extractores y ventilación.
- Inducción: Calentamiento por campos magnéticos sin resistencias. Más seguras y eficientes.
- Vitrocerámica: Similar a inducción pero por conducción en superficie de cerámica.
- Frío ventilado: Refrigeración homogénea mediante convección forzada de aire frío.
Cada opción presenta ventajas y desventajas. Lo recomendable es combinarlas según necesidades: eléctrico para pequeños equipos, gas para grandes y zonas a la plancha, e inducción para mayor control en frituras y cocciones.
El frío ventilado es ideal para equipos como abatidores de temperatura. Facilita enfriamientos rápidos seguros.
Revisa materiales y acabados
Los materiales determinan la durabilidad, facilidad de limpieza y resistencia de la maquinaria. Los más usados son:
- Acero inoxidable: Higiénico, resistente a la corrosión y fácil de limpiar. Es el más común en hostelería.
- Acero al carbono o hierro fundido: Economizan costes pero se oxidan con facilidad. Requieren mantenimiento.
- Aluminio: Ligero, buen conductor del calor, pero se raya con facilidad.
- Materiales compuestos: Polímeros resistentes al impacto como los paneles de las amasadoras. Duraderos y aislantes.
Los acabados también importan. Superficies lisas y cantos redondeados dificultan la acumulación de suciedad.
Revisa que la construcción sea sólida, con aislamiento térmico, y comprueba la calidad de las soldaduras o ensamblajes si son desmontables.
Da prioridad a marcas reconocidas
Las primeras marcas ofrecen garantía y respaldo. Sus productos suelen ser de mayor calidad y cuentan con servicio técnico para reparaciones.
Algunas conocidas en el sector de la hostelería son Sammic, Robot Coupe, Fremm, Zanussi, Fagor, Magefesa o Bosch. Tienen una amplia gama de equipos para todo tipo de negocios.
No siempre los equipos de marca son la opción más económica. Las segundas marcas pueden ser una buena relación calidad-precio, aunque con menor garantía y soporte.
Compara precios, pero sin fijarte solo en eso. Un equipo barato pero poco eficiente o duradero puede salirte más caro.
Escoge proveedores especializados
Busca proveedores especializados en maquinaria y equipamiento para hostelería, no tiendas genéricas. Un buen suministrador:
- Asesorará sobre las mejores opciones para tu negocio.
- Informará detalladamente de las características técnicas de cada equipo.
- Tendrá técnicos propios o acuerdos con servicios postventa de las marcas que comercializa.
- Ofrecerá garantía y soporte para solucionar cualquier incidencia.
- Se encargará del transporte e instalación de los equipos.
Es recomendable visitar sus exposiciones físicas para ver en vivo la maquinaria, probarla y resolver dudas.
Un proveedor profesional se convierte en un socio estratégico a largo plazo para tu negocio.
Estudia opciones de financiación flexible
Los equipos de hostelería profesionales tienen un coste elevado. Salvo que dispongas de un gran presupuesto, es recomendable valorar fórmulas de financiación.
Las más habituales son el pago a plazos, renting o leasing. Permiten disponer de la maquinaria pagando cuotas periódicas, sin un gran desembolso inicial.
Analiza bien las condiciones y asegúrate de que los plazos se ajustan a la tesorería prevista para tu negocio.
También existen líneas de financiación con avales públicos o préstamos específicos para hostelería, con requisitos accesibles para nuevos emprendedores. Tu proveedor puede informarte sobre las mejores opciones.
Planifica la distribución en cocina
Una vez elegidos los equipos, es momento de planificar su ubicación en la cocina para optimizar espacios y flujos de trabajo.
Sigue estos consejos prácticos:
- Sitúa las zonas de mayor temperatura (fregaderos, freidoras, planchas) cerca de la campana extractora, para eliminar humos y vapores.
- Coloca los equipos de frío (cámaras, abatidores, congeladores) en zonas alejadas del calor y con suficiente ventilación.
- Ubica las máquinas de mayor uso cerca del centro de la cocina para facilitar el acceso.
- Deja espacios suficientes para circular alrededor de la maquinaria sin obstáculos. Unos 70-120 cm son recomendables.
- Establece un orden lógico siguiendo la secuencia de elaboración y servicio de los platos.
- Utiliza la pared trasera para anclar estanterías, campanas u otros equipos fijos que no obstaculicen el paso.
- Aprovecha al máximo la altura disponible con estanterías o colgando utensilios que no uses de continuo.
Con una distribución ordenada y bien planificada conseguirás que el trabajo de tu equipo gane en comodidad, eficiencia y seguridad.
Capacita al personal en el uso de los equipos
Las máquinas más avanzadas no servirán de nada si tu equipo no sabe utilizarlas correctamente. Debes garantizar una formación adecuada sobre:
- Procedimientos seguros de manipulación y limpieza.
- Modo de uso óptimo de cada programa o función.
- Mantenimiento básico y detección de posibles averías.
- Gestión de alarmas, cambio de consumibles, etc.
Muchos fabricantes ofrecen manuales detallados y vídeos explicativos sobre sus equipos. También es útil que un técnico especializado imparta una formación presencial adaptada a tus máquinas específicas.
No escatimes tiempo ni recursos en formar a tu personal. Esto maximizará el rendimiento de la maquinaria y prolongará su vida útil.
Establece un plan de mantenimiento y limpieza
Mantener los equipos en perfecto estado es fundamental para asegurar su funcionamiento, rendimiento y seguridad.
Define rutinas diarias de limpieza al final de cada jornada, retirando restos de alimentos que puedan estropearlos o ensuciarlos.
El mantenimiento preventivo periódico también es esencial. Revisa manuales y garantías para establecer un plan de engrases, cambios de piezas o comprobaciones regulares.
Contrata un servicio técnico externo para revisiones exhaustivas, sobre todo para equipos complejos de frío o cocción.
Y ten siempre a mano los números de contacto de tu proveedor o marca por si necesitas asistencia técnica urgente.
Renueva la maquinaria cuando sea necesario
Con el tiempo, las máquinas se desgastan y quedan obsoletas. Es importante saber cuándo hay que renovarlas para mantener la competitividad del negocio.
Los indicadores típicos de que un equipo debe reemplazarse son:
- Frecuentes averías que paralizan la producción.
- Rendimiento insuficiente que no da abasto en horas punta.
- Altos costes de mantenimiento y reparaciones complejas.
- Imposibilidad de encontrar recambios por modelo antiguo.
- Excesivo consumo energético por tecnología anticuada.
- Deterioro del equipo que no garantiza higiene o seguridad alimentaria.
Lo ideal es ir renovando progresivamente la maquinaria. Las amortizaciones fiscales ayudan a costear las inversiones.
Y una cocina con tecnología actualizada te permitirá ofrecer un servicio excelente y rentabilizar al máximo tu negocio.
En conclusión, elegir maquinaria adecuada es crucial para cualquier proyecto hostelero. Analiza bien tus necesidades, busca asesoramiento experto y selecciona equipos de calidad que se adapten a tu concepto y espacio disponible.
Con una inversión inteligente en tecnología y un buen mantenimiento, tu negocio estará siempre a la última para satisfacer a tus comensales.