La arquitectura moderna tiene el desafío de construir edificios más sostenibles. Las casas prefabricadas con estructura de acero están ganando popularidad. Especialmente en ciudades como Barcelona.
Las casas prefabricadas ofrecen muchas ventajas en términos de sostenibilidad. Al ser construidas en una fábrica y luego ensambladas en el sitio, generan menos desperdicio. Además, el acero es 100% reciclable, por lo que al final de la vida útil del edificio puede fundirse y reutilizarse.
Pero ¿cómo contribuyen a la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental? Analicemos algunos aspectos clave.
Aislamiento térmico superior
Uno de los mayores problemas de las construcciones tradicionales es la pérdida de calor. Esto se traduce en un alto consumo energético para calefacción y refrigeración. Las casas prefabricadas están diseñadas para tener un aislamiento térmico muy superior.
Los paneles de acero incorporan materiales aislantes de alta densidad. Por ejemplo, usan lana de roca o poliestireno expandido. A esto se suma un meticuloso sellado de las juntas entre paneles. Como resultado, se logra una envolvente más hermética que reduce las infiltraciones de aire frío o caliente.
El consumo energético de calefacción y refrigeración se puede reducir hasta un 70% respecto a un edificio convencional, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid. Esto se traduce en un importante ahorro económico y menor impacto ambiental.
Diseño bioclimático
Las casas prefabricadas incorporan soluciones de diseño bioclimático para aprovechar la energía solar pasiva. Por ejemplo, los grandes ventanales orientados al norte maximizan la entrada de luz natural. Esto reduce la necesidad de iluminación artificial.
La modulación de los paneles permite crear aleros y protecciones solares para evitar el sobrecalentamiento en verano. Incluso se pueden incorporar invernaderos adosados para ganar calor en invierno. Todos estos elementos optimizan el confort térmico de forma pasiva, sin consumo energético.
Sistemas eficientes integrados
La industrialización de las casas prefabricadas permite integrar sistemas altamente eficientes. Estos serían muy complejos de incorporar en una construcción tradicional.
Un claro ejemplo son los sistemas radiantes en paredes y suelo. Estos sistemas distribuyen el calor y el frío de manera uniforme y silenciosa. Logran ahorros de hasta un 30% respecto a los sistemas convencionales.
También es habitual integrar paneles solares térmicos y fotovoltaicos en la envolvente del edificio. Esto hace uso del espacio disponible. De esta manera se puede lograr el autoabastecimiento energético.
Reciclaje de aguas grises
Con la prefabricación, es posible reciclar aguas grises. Estas provienen de duchas, lavamanos y lavadoras. Estas aguas tienen un potencial de reutilización de hasta el 50% para usos como la descarga de inodoros.
Con un sencillo sistema de captación, filtrado y bombeo se generan importantes ahorros de agua potable. Es un recurso cada vez más escaso y valioso.
Materiales de bajo impacto
En el interior de las casas prefabricadas se usan materiales sostenibles con bajas emisiones. Un buen ejemplo son los revestimientos de madera proveniente de bosques gestionados responsablemente.
La madera almacena CO2 atmosférico y es un aislante térmico natural, además de ser renovable y reciclable. En las fundaciones se utiliza hormigón celular. Este tiene una huella de carbono hasta 5 veces menor que el hormigón convencional.
También es común el uso de pinturas sin compuestos orgánicos volátiles (COV), que pueden tener efectos nocivos para la salud. En general se aplican criterios de ecodiseño para reducir el impacto medioambiental de todos los materiales.
¿Qué ventajas ofrecen estas casas?
Las casas prefabricadas con estructura de acero ofrecen una respuesta integral a los desafíos ambientales y energéticos:
- Alta eficiencia energética: reducen el consumo energético en calefacción, refrigeración e iluminación entre un 60-80%.
- Energías renovables integradas: Se pueden incorporar fácilmente sistemas solares térmicos. También, paneles fotovoltaicos.
- Reciclaje de aguas grises: permite reutilizar hasta el 50% del agua de consumo doméstico.
- Prioriza materiales sostenibles. Estos deben ser de bajo impacto ambiental, localmente disponibles y fácilmente reciclables.
- Confort superior: la alta inercia térmica y los sistemas radiantes optimizan las condiciones de confort.
- Versatilidad de diseño: la modulación permite flexibilidad de layouts y ampliaciones futuras.
- Rapidez de ejecución: la construcción puede ser 5 veces más rápida que los métodos tradicionales.
- Costos accesibles: la producción industrial permite precios competitivos.
Cómo elegir la casa prefabricada más sostenible
Al comprar una casa prefabricada sostenible, fíjate en estos aspectos clave:
- Buscar sellos como LEED, BREEAM, PassivHaus o similares. Verifican estándares energéticos y medioambientales.
- Un valor U inferior a 0.15 W/m2K en muros y techos garantiza un excelente aislamiento térmico.
- Hermeticidad: niveles de infiltración de aire inferiores a 0.6 renovaciones por hora.
- Materiales reciclados y de baja huella de carbono en el interior.
- Sistemas solares integrados que permitan cubrir al menos 60% de la demanda energética.
- Reciclaje de aguas grises y uso de electrodomésticos de bajo consumo.
- Domótica para optimizar todos los consumos y reciclaje de calor.
En Barcelona, se pueden encontrar expertos en casas prefabricadas. Estas casas tienen altos estándares ambientales. Tienen las certificaciones necesarias.
Al optar por este tipo de construcción modular en acero, pensamos en las generaciones futuras. Reducimos notablemente los residuos, emisiones y consumo de recursos. Todo ello sin resignar una arquitectura vanguardista, adaptada al estilo de vida contemporáneo.
