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La salud mental es tan importante como la salud física. Sin embargo, a menudo no le prestamos la misma atención. Acudir a terapia psicológica no significa que una persona esté «loca». Más bien, conversar con un psicólogo puede ayudar a manejar mejor los problemas cotidianos, comprender los propios sentimientos y pensamientos, y mejorar las relaciones interpersonales.
Existen diversas señales que indican que puede ser un buen momento para acudir a un psicólogo. Prestar atención a estas señales y buscar ayuda profesional de forma preventiva puede marcar una gran diferencia en el bienestar emocional.
Señales físicas que indican la necesidad de ayuda psicológica
Algunos síntomas físicos pueden estar relacionados con el estado mental y emocional. Si experimentas de forma prolongada alguno de los siguientes síntomas, consulta con un psicólogo:
- Fatiga o letargo constantes
- Dolores de cabeza o de espalda frecuentes
- Problemas gastrointestinales recurrentes
- Cambios significativos en los hábitos alimenticios o en el peso
- Insomnio o dificultades para conciliar el sueño
- Pesadillas frecuentes
Estos síntomas físicos pueden estar relacionados con el estrés, la ansiedad o la depresión. Acudir a terapia te puede ayudar a comprender y abordar las causas subyacentes.
Comportamientos que sugieren la necesidad de terapia psicológica
Algunos patrones de comportamiento también pueden indicar que se necesita ayuda profesional:
- Aislamiento social excesivo
- Descuido en el arreglo o presentación personal
- Dificultad para concentrarse en las tareas cotidianas
- Elevado consumo de alcohol o sustancias
- Comportamientos compulsivos o rituales que interfieren en la vida diaria
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio
Si persisten este tipo de comportamientos durante semanas o más tiempo, es recomendable acudir al psicólogo para tratar la raíz del problema. La terapia proporcionará herramientas para superar comportamientos nocivos.
Problemas emocionales que ameritan terapia psicológica
Muchas personas acuden al psicólogo motivadas por emociones abrumadoras o cambios drásticos en su estado anímico, como:
- Tristeza, melancolía o llanto frecuente
- Irritabilidad extrema o cambios bruscos de humor
- Sensación intensa y prolongada de vacío emocional
- Pérdida de interés en actividades anteriormente placenteras
- Sensación constante de nerviosismo, pánico o preocupación excesiva
- Ira, frustración o sentimientos extremos de enojo
Abordar las causas de fondo de estas emociones con un psicólogo puede aliviar significativamente el malestar, a la vez que se desarrollan estrategias para regular mejor tus emociones.
Problemas en las relaciones que pueden requerir terapia
Las relaciones interpersonales son una parte integral de la experiencia humana. Por ello, ciertos conflictos o patrones relacionales nocivos son una señal de que se necesita ayuda psicológica:
- Peleas frecuentes con la pareja, familiares o amigos
- Incapacidad para establecer límites con personas tóxicas
- Codependencia extrema en las relaciones de pareja
- Temor continuo a la traición o el abandono en las relaciones
- Patrones de elección de parejas que resultan emocionalmente abusivas o negligentes
Mediante la terapia, puedes mejorar tus habilidades para la comunicación asertiva, establecer relaciones más sanas y superar viejos traumas que dañan tus vínculos actuales.
Buscar ayuda psicológica para los niños
Los niños también pueden beneficiarse enormemente de acudir a un psicólogo infantil. Algunos signos para llevar a un niño a terapia incluyen:
- Cambios drásticos en los hábitos alimenticios o de sueño
- Pesadillas o miedos excesivos
- Comportamientos regresivos, como orinarse en la cama a una edad avanzada
- Patrones de juego excesivamente violentos o agresivos
- Retraimiento social extremo o negativa a ir a la escuela
- Autolesión o intentos de suicidio
Un psicólogo infantil puede ayudar al niño a expresar y manejar emociones complicadas, mientras se trabaja con los padres para implementar cambios positivos en la crianza.
¿Qué pasa si no busco ayuda psicológica?
Si no buscas ayuda psicológica, los problemas que estás experimentando pueden empeorar. También pueden afectar a tus relaciones, tu trabajo y tu vida en general.
En algunos casos, no buscar ayuda psicológica puede incluso poner en peligro tu salud o tu vida.
¿Qué tipo de terapia psicológica es adecuada para mí?
Hay muchos tipos diferentes de terapia psicológica. El tipo de terapia que sea adecuada para ti dependerá de tus problemas específicos y de tus necesidades personales.
Algunos de los tipos de terapia psicológica más comunes incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC se centra en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos que contribuyen a los problemas emocionales.
- Terapia de aceptación y compromiso (ACT): La ACT se centra en ayudar a las personas a aceptar sus experiencias y a comprometerse con las acciones que son importantes para ellas.
- Terapia centrada en la persona: La terapia centrada en la persona se centra en crear una relación terapéutica de apoyo que permita a las personas explorar sus problemas y encontrar sus propias soluciones.
¿Cómo escoger un buen psicólogo?
Existen algunos consejos clave para seleccionar un buen psicólogo o psicóloga y sacar el mayor provecho a la terapia:
- Busca referencias de psicólogos con buena reputación.
- Lee los perfiles profesionales y especialidades para encontrar el más adecuado.
- Acude a una sesión inicial para ver si te sientes cómodo dialogando con él o ella.
- Asegúrate de que tenga experiencia tratando personas con problemas similares.
- Confirma que tenga un enfoque coherente con tus valores y objetivos en la terapia.
- Evalúa si te ayuda a tener nuevas perspectivas y si sientes avances concretos.
Con la ayuda adecuada, es posible superar los problemas emocionales y alcanzar un bienestar mental óptimo. No esperes hasta que la situación se vuelva insoportable para buscar apoyo psicológico. Si notas algunas de las señales aquí descritas, considera sinceramente si es momento de acudir a terapia.