Las piscinas de poliéster se han convertido en una opción muy popular para instalar en casas particulares, comunidades de vecinos, hoteles y centros vacacionales. Y es que presentan numerosas ventajas respecto a otros materiales como la fibra de vidrio o el hormigón. Veamos cuáles son las principales.
Durabilidad
Uno de los beneficios más destacados de las piscinas de poliéster es su gran durabilidad. El poliéster es un material muy resistente que soporta bien el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas. Las piscinas fabricadas con este material suelen tener una vida útil de entre 25 y 30 años.
Esto contrasta con otros materiales como la madera o el plástico, que se deterioran mucho antes. Incluso frente a la fibra de vidrio, el poliéster es más resistente y longevo. Por tanto, a la hora de elegir un material para nuestra piscina, el poliéster nos garantiza durabilidad y un buen retorno de la inversión a largo plazo.
Facilidad de instalación
Otra ventaja importante de las piscinas de poliéster es que su instalación es muy sencilla y rápida. Se fabrican en una sola pieza en la fábrica para después trasladarlas a su ubicación definitiva. Allí tan solo hay que colocarla sobre una base firme y nivelada, conectar la fontanería y los sistemas de depuración, y rellenarla de agua.
En apenas una semana podemos tener nuestra piscina totalmente instalada y lista para usar. Esto contrasta con piscinas de hormigón o de obra, que requieren semanas e incluso meses para su construcción in situ. La comodidad y rapidez de instalación es, por tanto, otra razón que explica la popularidad de las piscinas de poliéster.
Gran variedad de diseños
A la hora de comprar una piscina también buscamos que se adapte a nuestros gustos y necesidades, y que encaje en el espacio disponible. Y en este sentido las piscinas de poliéster nos permiten elegir entre una amplia variedad de formas, tamaños y acabados.
Podemos encontrar desde modelos pequeños y sencillos hasta grandes piscinas con formas curvas, escalones, zonas infantiles… Prácticamente cualquier diseño que imaginemos se puede realizar en poliéster. Y en cuanto a acabados, podemos elegir distintos colores, texturas e incluso efectos que simulan mosaicos o piedras naturales. Esta flexibilidad es ideal para personalizar nuestra piscina soñada.
Facilidad de mantenimiento
Mantener el agua limpia y sana es fundamental para disfrutar de cualquier piscina. Y en este aspecto las de poliéster también presentan ventajas respecto a otros materiales. Su superficie lisa y no porosa dificulta la adherencia de suciedad, algas y bacterias. Esto simplifica su mantenimiento y reduce el uso de productos químicos para limpieza y desinfección.
Además, al fabricarse en una sola pieza evitan problemas de fugas, grietas o juntas deterioradas que sí pueden darse en piscinas de otro material. Requieren un mantenimiento mínimo beyond pH, cloro, limpieza y cambios de agua habituales.
Mayor higiene
Vinculado a la facilidad de mantenimiento, otro punto fuerte de las piscinas de poliéster es la higiene. Al tener una superficie no porosa y lisa, no permite la acumulación de bacterias, hongos y otros microorganismos que sí pueden alojarse en materiales como hormigón o madera.
Esto se traduce en un agua más limpia y cristalina, libre de impurezas que puedan resultar nocivas para la salud. Además, al fabricarse en una pieza se eliminan juntas y rincones donde podría acumularse la suciedad. Sin duda, la higiene es superior en una piscina de poliéster.
Aislamiento térmico
Otra cualidad interesante de las piscinas de poliéster es que proporcionan un buen aislamiento térmico. Esto permite mantener la temperatura del agua estable independientemente de las condiciones exteriores.
El poliéster es un material que no conduce bien el calor, por lo que evita pérdidas por irradiación. Además, se pueden incluir durante la fabricación materiales aislantes adicionales para reforzar este efecto.
Esto es una ventaja frente a piscinas de hormigón o metal, cuya temperatura fluctúa mucho entre el día y la noche. Gracias al poliéster podemos bañarnos tranquilamente incluso por la noche sin que el agua esté demasiado fría.
Rapidez en la entrega
A la hora de comprar cualquier producto siempre valoramos recibirlo lo antes posible para poder disfrutarlo cuanto antes. Y en las piscinas de poliéster esto es posible gracias a los cortos plazos de entrega.
Al fabricarse íntegramente en fábrica en apenas unos días, la piscina puede ser transportada e instalada en la ubicación definitiva en cuestión de una o dos semanas desde que hacemos el pedido.
Esto contrasta con los largos plazos de espera para piscinas de obra o con otros materiales que requieren una fabricación más compleja. Si queremos tener nuestra piscina lista para el verano, las de poliéster son la mejor opción por su rapidez de entrega.
Amplia gama de precios
Por último, cabe destacar que las piscinas de poliéster se adaptan a cualquier presupuesto. Existen opciones económicas de gama baja para quien busque una solución asequible, pero también modelos de alta gama con acabados exclusivos y equipamiento completo.
Y en cualquier caso, su relación calidad-precio suele ser mejor que en piscinas de otros materiales. Por una inversión razonable podemos disfrutar de todos los beneficios de una piscina de poliéster: durabilidad, comodidad, diseño personalizado, facilidad de mantenimiento…
En definitiva, las razones para elegir una piscina de este material son numerosas. Si buscamos una solución práctica, resistente y adaptada a nuestras necesidades, el poliéster es sin duda la mejor opción del mercado y en Poliéster Maiba puedes conseguirlo.
