Cada vez más empresas están implementando servicios de comida a domicilio para sus empleados. Ya sea contratando una empresa externa de delivery o habilitando un espacio dentro de las instalaciones para que diversos restaurantes ofrezcan sus productos, esta tendencia se está volviendo muy popular.
Y es que tener la posibilidad de acceder a comida recién preparada sin tener que salir de la oficina durante la jornada laboral tiene claros beneficios tanto para la productividad como para la satisfacción de los empleados. Veamos algunas de las principales ventajas:
Ahorro de tiempo
Uno de los beneficios más evidentes es el ahorro de tiempo. Salir a almorzar o merendar puede llevar fácilmente entre 30 minutos y una hora, considerando el desplazamiento hacia el lugar elegido, la espera, el consumo en sí y el retorno a la oficina.
Tener la comida en el mismo edificio donde se trabaja optimiza al máximo este proceso, permitiendo a los empleados aprovechar mejor esos momentos de descanso sin perder tanto tiempo de trabajo.
En oficinas ubicadas en zonas urbanas, el ir a almorzar afuera frecuentemente significa enfrentar colas y esperas prolongadas que consumen incluso más tiempo. La comida in house evita por completo esta pérdida de tiempo y frustración.
Mayor productividad
Relacionado con el punto anterior, el hecho de no tener que interrumpir las tareas para salir por una comida rápida también tiene un impacto directo en los niveles de productividad.
Los empleados pueden enfocarse más tiempo seguido en sus responsabilidades, entrando en estado de fluidez con mayor facilidad. A la vez, los momentos de descanso realmente sirven para distenderse y retomar energías.
La concentración se ve beneficiada cuando no hay grandes fragmentaciones del día. Saber que en un par de horas podrán pedir comida y relajarse, lleva a los empleados a mantener el foco mientras tanto.
Prevención del presentismo
Por presentismo se entiende a la situación en la que un empleado concurre físicamente a trabajar pero su productividad se encuentra mermada por algún tipo de malestar o enfermedad. Típicamente el presentismo está asociado a cuadros gripales leves.
Si bien podría considerarse positivo que la persona de todos modos vaya a laborar, en realidad esta práctica tiene efectos contraproducentes tanto sobre los propios trabajadores como sobre el resto. Al no tomarse un genuino descanso, prolongan su malestar y contagian a otros compañeros.
El poder pedir comida desde la computadora de trabajo elimina la necesidad de concurrir enfermo sólo para almorzar afuera, promoviendo que el empleado se quede en su casa y se recupere correctamente.
De esta manera, se evitan los contagios masivos de gripe o COVID que suelen darse en ambientes laborales. Si bien la comida a domicilio no resuelve el presentismo en sí mismo, al menos elimina el incentivo de tener que salir del edificio a la hora del almuerzo.
Mejora del ambiente laboral
Comer es un momento de distensión por naturaleza. Y si este tiene lugar en el ámbito laboral, se convierte también en una oportunidad para estrechar vínculos entre compañeros de trabajo.
Compartir la comida y mantener conversaciones casuales ayuda a generar relaciones más amenas, a conocer mejor al resto del equipo, y en definitiva contribuye a una mejora del clima organizacional.
Después de la comida, se retoma el trabajo con otra actitud, más distendida y colaborativa. Saber que se cuenta con ese espacio tipo “oasis” a mitad de la jornada, hace más llevaderas las horas de trabajo.
Refuerzo de la cultura corporativa
Siguiendo la misma línea del punto anterior, comer entre compañeros de trabajo refuerza la cultura y sentido de pertenencia.
Alrededor de las comidas suelen darse charlas distendidas donde fluyen comentarios, bromas internas, anécdotas del trabajo y otros componentes que reflejan y al mismo tiempo consolidan la cultura organizacional.
Incluso se generan rituales y hábitos alimenticios compartidos que refuerzan el sentido de equipo y comunidad. Por ejemplo, pedir todos los miércoles comida tailandesa y comerla en una sala especial para “Thai Wednesdays”.
Retención de talentos
Más allá de la comida en sí, este beneficio es muy valorado por los empleados actuales y potenciales a la hora de evaluar empresas para trabajar. Se está volviendo un diferencial buscado, especialmente entre Millennials y Centennials.
Contar con un servicio de comidas, snacks o incluso cafetería tiene un efecto muy positivo en la marca empleadora, atrae talentos y mejora la retención de los mismos.
Los empleados lo perciben como un beneficio genuino para su bienestar y comodidad, sienten que la empresa se preocupa por ellos más allá de su producción laboral. Saben que es una inversión que no necesariamente tiene retorno directo, sino que se hace en pos de mantenerlos felices y saludables.
Mejor alimentación
Otro gran beneficio es que al tener un servicio de comida contratado, la empresa puede asegurarse que los empleados accedan a opciones saludables y balanceadas de almuerzo o merienda.
Esto no sólo es positivo para su salud y bienestar general, sino que al proveer comidas nutritivas que les aporten energía y buenos nutrientes, el impacto positivo se verá también reflejado en los niveles de concentración y productividad de la tarde.
Es clave dar alternativas para todos los gustos: carnes, pastas, ensaladas, etc. Así se asegura que cada persona pueda elegir algo de su agrado sin tener que caer en golosinas o comida chatarra por no tener opción.
Al no tener que salir apurados por una comida, es menos probable que los empleados opten por alternativas rápidas pero poco nutritivas, que suelen ser las disponibles en la calle.
Responsabilidad social
Finalmente, otra ventaja de implementar este tipo de servicios es que demuestra responsabilidad social por parte de la empresa, al preocuparse directamente por las necesidades y bienestar de los empleados.
Esto resulta especialmente destacable en empresas grandes, donde muchas veces los empleados se sienten sólo como un número. Tener comida a disposición es una medida concreta mediante la cual se valora al individuo.
Otra forma de compromiso social se da al incluir intencionalmente en la contratación a pymes, emprendimientos locales y minorías. No sólo grandes cadenas de comida rápida, sino también dar espacio a emprendedores menos conocidos.
De esta manera, con una iniciativa sencilla pero efectiva, se generan múltiples beneficios que tienen un alto impacto tanto en los empleados a nivel personal como en su performance y productividad laboral.
Es una tendencia en alza que sin dudas seguirá ganando adeptos en las empresas modernas que buscan destacarse, atraer talento joven y mostrar genuina responsabilidad sobre sus equipos de trabajo.