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Una empresa necesita documentos legales bien hechos para funcionar sin riesgos. Los contratos son una herramienta clave para proteger los intereses de la empresa, evitar malentendidos y resolver conflictos si surgen.
No importa si se trata de una pyme, un autónomo o una gran empresa: todos deben tener ciertos contratos básicos que cumplan con la ley y estén redactados de forma clara y profesional.
Por qué es importante tener contratos bien redactados
Muchos negocios se enfrentan a problemas legales por no firmar contratos o por usar modelos genéricos sin validez legal. Esto puede terminar en juicios, pérdidas económicas y daño a la reputación de la empresa.
Ventajas de tener contratos claros y legales:
- Evitan confusiones entre las partes
- Protegen ante incumplimientos o fraudes
- Permiten reclamar daños si algo sale mal
- Reflejan obligaciones y derechos de cada parte
- Aportan seguridad jurídica y profesionalidad
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Contrato laboral para empleados
Toda empresa que contrate personal necesita un contrato laboral. Este documento define la relación entre el empleador y el trabajador, y evita conflictos sobre horarios, funciones o pagos.
Debe incluir:
- Tipo de contrato (temporal, indefinido, parcial)
- Jornada y horario laboral
- Sueldo, pagas extra y vacaciones
- Puesto y funciones asignadas
- Convenio colectivo aplicado
No tener contrato o hacerlo mal puede provocar inspecciones, multas o demandas laborales.
Contrato mercantil con proveedores o socios
Las relaciones comerciales deben formalizarse con un contrato mercantil. Esto aplica a acuerdos con proveedores, distribuidores, agentes o colaboradores externos.
Contenidos clave:
- Objeto del contrato y duración
- Precios, condiciones de pago y plazos
- Clausulas de responsabilidad y confidencialidad
- Solución de conflictos y jurisdicción
Tenerlo firmado protege a la empresa si la otra parte no cumple o surgen desacuerdos.
Contrato de prestación de servicios
Si tu empresa contrata a un autónomo o freelance, es fundamental contar con un contrato de servicios. Esto marca la diferencia entre una relación mercantil legal y un posible «falso autónomo».
Debe especificar:
- Tareas a realizar y plazos
- Forma de pago
- Ausencia de relación laboral
- Cláusulas de confidencialidad o propiedad intelectual
Este contrato protege tanto a la empresa como al profesional.
Contrato de alquiler o uso de local
Tanto si la empresa alquila una oficina como si es propietaria, debe tener un contrato que regule el uso del local. Es clave para definir derechos y obligaciones frente al arrendador o los inquilinos.
Incluye:
- Datos del inmueble
- Duración del contrato
- Cuotas de alquiler y gastos
- Permisos de reformas o uso
También se recomienda inscribirlo en el registro si supera cierto plazo.
Contrato de confidencialidad (NDA)
Cuando una empresa comparte información sensible con empleados, socios o proveedores, es vital protegerla. Un NDA o acuerdo de confidencialidad impide que esa información se use de forma indebida.
Suele aplicarse en casos de:
- Desarrollo de productos o servicios
- Procesos internos o estratégicos
- Datos de clientes o precios
- Proyectos de innovación o fusiones
Este contrato previene fugas de información y protege los intereses del negocio.
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Contrato de socios o pacto de socios
Cuando hay varios socios en una empresa, es importante dejar por escrito las reglas internas. El pacto de socios evita futuros conflictos sobre la toma de decisiones, reparto de beneficios o salida de socios.
Contiene cláusulas como:
- Aportaciones y participación de cada socio
- Reglas para vender acciones o participar en nuevos proyectos
- Cláusulas de no competencia
- Resolución de conflictos entre socios
Este contrato es básico en sociedades limitadas y startups.
Contrato de protección de datos (encargado del tratamiento)
Si trabajas con terceros que acceden a datos personales de tus clientes, necesitas firmar un contrato como responsable del tratamiento de datos. Esto es obligatorio según el RGPD.
Debe indicar:
- Finalidad del tratamiento
- Medidas de seguridad aplicadas
- Obligaciones legales de ambas partes
- Plazos de conservación de los datos
Este contrato protege legalmente ante sanciones de la Agencia de Protección de Datos.
Una empresa preparada legalmente es una empresa segura. Los contratos no son simples trámites: son herramientas esenciales para funcionar con garantías y tranquilidad. Redactar, revisar y firmar bien cada documento puede evitar muchos problemas futuros.
Contar con asesoramiento jurídico profesional permite tener todos los contratos que tu empresa necesita, adaptados a la ley y a tu actividad. ¡No dejes tu seguridad legal en manos del azar!



