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Introducción
Contratar un seguro puede parecer un proceso sencillo… hasta que empiezas a leer la póliza. Términos como «prima», «franquicia» o «capital asegurado» pueden resultar confusos y generar dudas que terminan alejando al cliente. La buena noticia es que entender el lenguaje de los seguros no es tan complicado como parece.
Explorar las opciones disponibles.
En este artículo, desglosamos los principales conceptos que encontrarás en cualquier póliza para que puedas tomar decisiones informadas, comparar coberturas y evitar sorpresas desagradables. Ya sea que busques proteger tu coche, tu hogar, tu salud o tu futuro financiero, este glosario rápido te será de gran ayuda.
1. Prima
Es el precio que pagas por contratar el seguro. Puede ser mensual, trimestral, anual o en un único pago. La prima depende del tipo de seguro, el nivel de cobertura, el perfil del asegurado y otros factores de riesgo.
Ejemplo: En un seguro de coche, una persona joven suele pagar una prima más alta que un conductor con experiencia debido al mayor riesgo percibido.
2. Póliza
Es el contrato que detalla las condiciones del seguro. Incluye las coberturas, exclusiones, duración, forma de pago y derechos y obligaciones de ambas partes. Siempre debe estar por escrito y firmada por la compañía aseguradora.
Consejo: Lee bien tu póliza antes de firmar. Asegúrate de entender lo que cubre y lo que no.
3. Capital asegurado
Es la cantidad máxima de dinero que la aseguradora pagará en caso de siniestro. Elegir un capital adecuado es clave para no quedarte corto ni pagar de más.
En seguros de hogar, por ejemplo, debes calcular el valor real de tus bienes para fijar un capital ajustado a tu situación.
4. Franquicia
Es la parte del siniestro que corre por cuenta del asegurado. Solo se activa cuando el daño supera cierta cantidad. A mayor franquicia, menor suele ser la prima.
Ejemplo: Si tienes una franquicia de 200 € y el arreglo cuesta 600 €, tú pagas los primeros 200 € y la aseguradora cubre 400 €.
5. Suma asegurada vs. valor real
La suma asegurada es el capital que se define en la póliza. El valor real es lo que valen los bienes asegurados en el momento del siniestro. Si hay diferencias, pueden aplicarse compensaciones.
Revisa este punto especialmente en seguros de hogar y coche, donde los valores cambian con el tiempo.
6. Periodo de carencia
Es el tiempo que debe pasar desde que contratas el seguro hasta que entra en vigor cierta cobertura. Es común en seguros de salud o vida.
Consejo: Antes de contratar, infórmate si hay periodos de carencia y cuánto duran. Esto puede afectar tu cobertura en situaciones urgentes.
7. Exclusiones
Son situaciones que el seguro no cubre. Están claramente detalladas en la póliza y pueden variar mucho según el tipo de seguro.
Leer las exclusiones es tan importante como revisar las coberturas. Así evitas falsas expectativas.
8. Copago
Presente sobre todo en seguros de salud. Es un importe que el asegurado paga por cada servicio médico que utiliza, además de la prima mensual.
Ejemplo: Tienes una prima baja, pero pagas 10 € cada vez que vas al médico. Ideal si usas poco los servicios.
9. Indemnización
Es la compensación económica que la aseguradora entrega al asegurado o beneficiario tras un siniestro cubierto por la póliza.
Puede ser en dinero o en especie (por ejemplo, una reparación). Revisa cómo se gestiona en tu contrato.
10. Renovación automática
Muchas pólizas se renuevan cada año sin necesidad de firmar un nuevo contrato. Es importante saber con cuánta antelación puedes cancelarla si ya no te interesa.
Consejo: Revisa siempre tu póliza antes de la fecha de renovación. Puedes mejorar condiciones o cambiar de aseguradora.
Si estás pensando en revisar o contratar un nuevo seguro, puedes iniciar el proceso desde aquí mismo.
¿Por qué es importante entender estos conceptos?
Porque conocer estos términos te permite:
- Comparar mejor entre diferentes seguros
- Saber qué estás contratando realmente
- Evitar sobrecostes o coberturas insuficientes
- Defender tus derechos como asegurado
Además, te facilita comunicarte con los asesores y elegir la mejor opción para ti sin depender de tecnicismos.
Consejos finales para contratar seguros sin complicaciones
- No contrates por precio, sino por valor. A veces lo barato sale caro si no estás bien cubierto.
- Revisa anualmente tus seguros. Tus necesidades cambian, tus coberturas también deben hacerlo.
- Consulta con un profesional independiente. Un corredor de seguros puede ayudarte a elegir sin estar atado a una única compañía.
Puedes encontrar más información y recursos útiles sobre seguros en esta página especializada.